La ceiba es un género de la familia Malvaceae y pueden distinguirse al menos 18 especies. De esta gran familia, la Ceiba crece solo en América y en términos generales, se caracteriza por su gran tamaño, tronco ancho, espinas leñosas, contrafuertes y de raíces tabulares.
Desde la época precolombina, la Ceiba Pentandra tiene un significado místico y un valor histórico para las diferentes culturas originarias de América y el Caribe.
La especie, conocida en el mundo como el árbol de la vida o Kapok en los países anglosajones, como se le llama a la seda que se extrae de él, recibe los nombres de Ceiba, Ceibo (Ecuador), Lupuna (Amazonía peruana), Mapajo (tierras bajas de Bolivia), Bonga o Bongo (Caribe), Pochote (México), Ceinbón (Nicaragua) Painera, Pamauma o Cyyba (Brasil), Cotton Tree (Antillas inglesas), Kumamka (Guayana), Mapou (Haití); Pimm, Yaaxché, Pochotillo, Púchuti o Yagaxeni (México y América Central) y en algunas regiones de Asia recibe el nombre de Kankantrie o Fado.
En cuanto a sus usos, si bien la madera es blanda y frágil, puede utilizarse como combustible y en la producción de paneles de madera; la cubierta algodonosa del fruto como relleno de almohadas y colchones; y la corteza, tallos, hoja y flor tienen usos medicinales para el reumatismo, enfermedades intestinales, inflamación, espasmos, quemaduras y salpullido, entre otros.
En Colombia, para el pueblo indígena Ticuna el río Amazonas nace de una ceiba. Para los Kogui de la Sierra Nevada, la Madre creó nueve mundos, cuatro arriba y cuatro abajo formando dos conos, y entre ellos este mundo. En el más alto de los 9 mundos surge del mar el primer árbol, una ceiba, en donde cuatro de los primeros nueve hijos de la Madre levantaron el primer templo al que llamaron Alnáua.
Este carácter sagrado no se circunscribe solamente a lo que hoy es Colombia, sino a diferentes lugares del Abya Yala. Por ejemplo, para los mayas, la ceiba (Yaxché) une la tierra con el cielo y el inframundo, y sostiene los tres planos del universo. Aparece en el Chilam Balam de Chumayel, libro que narra los orígenes y hechos del pueblo maya. Para los wichís del Chaco (ubicados entre Argentina, Bolivia y Paraguay), al interior de la ceiba (Yuchán) estaban contenidos los peces y el agua antes de existir. Para los yorubas es el árbol sagrado por excelencia; en su interior habitan deidades, y allí van todos los muertos y los antepasados: es el árbol de los espíritus.
En Colombia, desde 1999 la biodiversidad fue declarada como patrimonio nacional y de interés de la humanidad, y por tanto la ceiba entra en esa declaratoria del Ministerio de Medio Ambiente. En el año de 2017, varias especies de ceiba entraron a formar parte del listado de las especies silvestres amenazadas de la diversidad biológica colombiana. En otras regiones del continente tenemos que en 1955 fue declarada Árbol Nacional de Guatemala y cada 8 de marzo se conmemora su día. En Honduras, La Ceiba es el nombre de un municipio y una ciudad, que recibe su nombre gracias al gigantesco árbol que se alzaba desde orillas del Caribe. En el caso de Cuba, una antigua tradición cuenta que el nacimiento simbólico de la ciudad se realizó bajo la sombra de una ceiba. En Venezuela es patrimonio natural desde 2001.